Docente de Estudios de la Mujer en la Universidad de Boston. En los años 60 se involucró en los movimientos de mujeres y en la actualidad, tiene conexiones alrededor del mundo con el movimiento de mujeres y representante del Movimiento de Liberación de Mujeres en Co Escucha.
Traducción: Lorena Cuellar
Referente en El Salvador de Co-Escucha
Hay como una idea en los Estados unidos que las mujeres no podemos ser militantes en estos asuntos de cambio social. En los años 60 y 70 cuando nos reuníamos con hermanas de Nicaragua, Cuba y Chile en los Estados Unidos, había como un argumento que el cambio y la liberación para las mujeres llegarían pero después que ocurriera la revolución. Sin embargo, nosotras decíamos que tenía que ser ahora en el momento.
Pero también hay algo que debemos decir y es que las mujeres no deberíamos de esperar. Si las personas no vemos esta relación que hay en ambas luchas, el cambio que esperamos en cada una de las luchas no se va a dar. En los estados Unidos tenemos un nuevo gobierno igual que en este país ustedes tienen un nuevo presidente
Probablemente el presidente de ustedes esté más a la izquierda que nuestro presidente. Pero los dos fueron por elecciones y los dos han prometido muchos cambios en situaciones difíciles y aquí tengo una pregunta ¿qué significa esto para nosotras como mujeres?
Quiero ahora compartir algunos pensamientos sobre cómo está relacionada la lucha de las mujeres en este contexto de crisis del capitalismo. Teóricamente, yo uso tres términos diferentes que ustedes pueden usarlos. El primer término es la dominación masculina y este es el sistema en que los hombres tienen el poder económico, social y político sobre las mujeres. Casi todas las sociedades basadas en clase son sociedades con dominación masculina.
El siguiente término es el patriarcado. Yo veo el patriarcado como una forma particular de la dominación masculina. El patriarcado describe la esclavitud en el cual literalmente las mujeres son propiedad de los hombres.
Hay varios países en los cuales el patriarcado ya no existe legalmente como existió la esclavitud anteriormente. Yo no sé cómo son las leyes en El Salvador, pero asumo que ha habido algunos cambios en las leyes en las cuales el papel jurídico de los hombres sobre las mujeres ha cambiado.
El tercer término que yo utilizo es el sexismo. Usualmente el término ha sido usado como conducta o como actitud, entonces, cuando los hombres maltratan a las mujeres eso era sexismo, al igual que cuando los hombres utilizan palabras peyorativas sobre las mujeres.
Hay muchas formas de sexismo y maltrato hacia las mujeres y mientras las sociedades de clase están cambiando hay nuevas formas de sexismo. Por ejemplo, si alguna de las mujeres eran descubiertas que no eran vírgenes a la hora del matrimonio las mataban. En muchas partes del mundo ya no es usual que esto sea así, pero eso no significa que no exista sexismo aún.
Las formas y el sexismo pueden cambiar
El sexismo está cambiando. Si vamos a ver al sistema capitalista, el sexismo y la dominación masculina han sido parte del capitalismo, pero las formas están cambiando. Puede que haya un avance a favor de las mujeres pero puede estar acompañada de nuevas formas de sexismo. Y esto es un poco en relación a la pregunta que hacías si ¿la crisis del capitalismo a nivel global es también crisis en el sistema patriarcal?.
Por ejemplo ustedes tiene un cambio en su gobierno que provee oportunidades para las mujeres, pero también pueden haber nuevas formas de sexismo o pueda ser que las viejas formas de sexismo nada más sean reacomodado o reformado.
Y me encantaría escuchar de ustedes cómo ven esas nuevas formas de sexismo. Por ejemplo en El Salvador y Estados Unidos hay muchas diferencias pero hay muchas cosas en común también. Me dicen que de 84 diputaciones acá en El Salvador, sólo 16 son mujeres y que el resto son hombres, lo cual es una interesante situación.
Pero ¿cuál creen que es el país que tiene mayor porcentaje de mujeres en el Parlamento?, es Ruanda con un 45 % y Mosambique con un 40%. Entre los países más pobres del mundo donde las mujeres están sufriendo la pobreza mayor, la más baja participación de mujeres es Kuwait y Sur Arabia.
Los Estados Unidos tienen solamente el 14%. Entonces el país que supuestamente es el más rico, en donde las mujeres supuestamente han tenido muchos logros, es el país en donde tiene la más baja tasa de participación de las mujeres a nivel político.
Si ustedes le dieron seguimiento a toda la pelea política entre Hilary Clinton y Barack Obama, lo interesante fue la gran cantidad de sexismo que le fue lanzada a Hilary Clinton. Nunca en mi vida he visto tanto sexismo lanzado a una mujer que significó la visión de la dominación masculina que tenemos.
Un pequeño ejemplo y que no fue conocido fuera de los Estados Unidos se dio en la conferencia de prensa de John Mackein (el representante de los republicanos), cuando alguien le preguntó que cómo pensaba ganarle a la cuca. Esto nunca había sido escuchado antes de un presidente de los Estados Unidos, tratar de esa forma a una mujer.
Otro ejemplo de sexismo en la campaña de los Estados Unidos
Tenían un rompe nueces que tenía una fotito de Hillary Clinton y la implicación de este ejemplo era, si tu votas por ella vas a quebrarle los huevos en general a los hombres, entonces esto es un sexismo bien pesado. Cuando alguien trata de desafiar en los Estados Unidos el poder y la sola idea de que una mujer pudiera llegar a tener el poder del país, sacó lo peor de esta estructura militar en los Estados Unidos.
Lo que es bien interesante es lograr ver lo logra hacer el racismo y el sexismo juntos. En los Estados Unidos existe una idea generalizada de que los hombres latinoamericanos son sexista y los hombres blancos en los Estados Unidos no son vistos como sexistas y es entonces que ustedes tienen todas estas clases de mitos de estos países.
Los mitos
El mito es que en los Estados Unidos no hay sexismo y es aquí donde el asunto del racismo, el sexismo y el imperialismo están juntos. Desde mi punto de vista es aquí donde el capitalismo crea nuevas formas de sexismo y también nuevas formas de dominación masculina.
Por ejemplo en el capitalismo global, tenemos aumento en la pobreza de las mujeres alrededor del mundo. Las mujeres conforman la más amplia población de pobreza en el mundo, escenario que se está dando en un contexto donde supuestamente el capitalismo ha avanzado.
Podemos ver algunas formas de dominación masculina que se están debilitando como la familia patriarcal, pero también vemos el fortalecimiento del sexismo en otras maneras.
Y por supuesto, que ahora dentro de los Estados Unidos hay grandes luchas con el tema de la migración y para mí, el tema más importante es la migración de las mujeres como una forma de mano de obra barata, lo cual hace que surja una nueva economía que ha surgido para oprimir a las mujeres. Una de las más grandes es el trabajo sexual, sobre todo con la trata de personas.
Muchas mujeres de la ex Unión Soviética y la Europa del Oeste están siendo vendidas a través del sistema de la trata de personas, lo cual es uno de los crímenes más grandes y a eso es a lo que me refiero cuando hablo de nuevas formas de sexismo.
En los Estados Unidos tenemos la idea de que las mujeres somos libres de hacer lo que queramos, lo que significa que ahora podemos ser objetos sexuales para todo el mundo. Estoy furiosa y enojada por esta situación.
Pero las mujeres jóvenes por ejemplo en los Estados Unidos de 13, 14 y 15 años son modelos en televisión y ellas imitan a estas estrellas de cine que casi no usan ropa, lo cual se vuelve un estereotipo para todas las mujeres de diferente clase y raza y las mujeres tienen actividades sexuales a los 13 y 14 años y esto es la idea que exportamos alrededor del mundo de las mujeres liberadas.
Por ejemplo en los Estados Unidos somos bien críticas hacia los musulmanes que hacen que las mujeres musulmanas usen esos velos y esta es la forma en cómo el capitalismo global y el sexismo se unen y trabajan juntos. Un dato que quiero darles es que el país con más alto porcentaje de cirugías en las narices es Irán. La pornografía es una de las más grandes industrias dentro del capitalismo y es una forma del sexismo más fuerte.
Con la crisis en el capitalismo mundial el efecto en la población en general es muy fuerte, pero particularmente en las naciones oprimidas y vemos al sexismo en una especie de espiral pero muy poca gente lo nota o le está prestando atención, pero no obstante, creo que hay muchas oportunidades en mujeres y hombres para poder contrarrestar esto.
Un gran paso hacia adelante es lo que está pasando aquí con los estudios de la masculinidad, yo vengo de una teoría feminista donde los hombres no podían ingresar y uno de los pasos positivos fue darle la bienvenida a los grupos de hombres para poder luchar juntos y juntas en contra la dominación masculina y sobre todo no esperar hasta que el sistema capitalista se acabe, porque yo pienso que el capitalismo no se va a acabar ni a transformar a sí mismo, a menos que ataquemos al subsidio.
Una cosa positiva hacia esto lo tiene los grandes movimientos feministas, porque lo que afecta a una mujer aquí, afecta a una mujer en el mundo, lo que te afecta a ti, me afecta a mí en los Estados Unidos y viceversa.
Así, en momentos que el capitalismo sigue creando grandes problemas económicos y ambientales en el mundo, eso podría significar la unificación de las personas en el mundo, y eso solo podría ser una fortaleza para poder liberar a los seres humanos.
La revolución tiene que pasar no solo por la cabeza, sino por el corazón también y la idea es que la gente cambie la imagen de sí misma y estar en la disposición de trabajos sobre los sentimientos que generan la opresión.
Nota
La ponencia anterior, formó parte del conversatorio en torno a una pregunta: ¿La crisis del capitalismo a nivel global es también crisis en el sistema patriarcal?, desarrollado en la Universidad de El Salvador el 9 de julio pasado, en el marco de los “Diálogos Inter-Genéricos para Avanzar en la Equidad de Género en El Salvador”.
El conversatorio fue organizado por el Instituto de la Mujer (IMU), el Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador y el Programa de Masculinidades del Centro Bartolomé de las Casa (CBC).
Un gran paso hacia adelante es lo que está pasando aquí con los estudios de la masculinidad, yo vengo de una teoría feminista donde los hombres no podían ingresar y uno de los pasos positivos fue darle la bienvenida a los grupos de hombres para poder luchar juntos y juntas en contra la dominación masculina y sobre todo no esperar hasta que el sistema capitalista se acabe, porque yo pienso que el capitalismo no se va a acabar ni a transformar a sí mismo, a menos que ataquemos al subsidio.
Una cosa positiva hacia esto lo tiene los grandes movimientos feministas, porque lo que afecta a una mujer aquí, afecta a una mujer en el mundo, lo que te afecta a ti, me afecta a mí en los Estados Unidos y viceversa.
Así, en momentos que el capitalismo sigue creando grandes problemas económicos y ambientales en el mundo, eso podría significar la unificación de las personas en el mundo, y eso solo podría ser una fortaleza para poder liberar a los seres humanos.
La revolución tiene que pasar no solo por la cabeza, sino por el corazón también y la idea es que la gente cambie la imagen de sí misma y estar en la disposición de trabajos sobre los sentimientos que generan la opresión.
Nota
La ponencia anterior, formó parte del conversatorio en torno a una pregunta: ¿La crisis del capitalismo a nivel global es también crisis en el sistema patriarcal?, desarrollado en la Universidad de El Salvador el 9 de julio pasado, en el marco de los “Diálogos Inter-Genéricos para Avanzar en la Equidad de Género en El Salvador”.
El conversatorio fue organizado por el Instituto de la Mujer (IMU), el Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador y el Programa de Masculinidades del Centro Bartolomé de las Casa (CBC).